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viernes, 25 de diciembre de 2015

Vuelve

Cuando se trata de ti
rendirse no es un opción.
Siempre resurge la esperanza de sus ruinas
y vuelven a florecerme las ganas de tenerte.
Por ello, 
vuelve.

Vuelve a mí,
para que pueda decirte 
con el oído en tu pecho,
un fría tarde de invierno:
“Quédate”

Quédate, que aún nos quedan bailes,
paseos y besos,
por esquinas y recovecos.
Tardes cortas,
sueños largos,
risas con gran esperanza de vida,
y cuchillos mata mentiras.

Quiero volver a buscar el calor al abrigo de tu espalda.
Que me beses la frente 
y me seques las lágrimas
-de alegría,
de tristeza ya tuvimos suficientes-.

Quiero que me apartes el pelo de la cara,
me sonrías, 
y viajar a tus pupilas 
para sorber a poquitos el café de tus ojos.

Tengo sed,
cuando se trata de ti,
siempre estoy sedienta.
Por eso sigo escribiendo,
de alguna manera tengo que tenerte a mi lado,
y si no es así, dime, ¿cómo, donde y cuando?

Cuando quieras,
como quieres,
donde quieras.

Pero vuelve.
Desnudo de aditivos,
con las cicatrices al aire,
el orgullo en los huesos 
y el corazón en incubadora.


Y si vuelves...que sea para quedarte. 

viernes, 18 de diciembre de 2015

Chica de blanco sobre fondo negro. Acto V

Acto V

Chica de blanco sobre fondo negro luce cicatriz izquierda con orgullo. La herida le hizo fuerte, fue disparo de salida para realizar sus sueños sola, crecer y volver a ella. Así son los golpes, con suerte, encarrilan. Chica de negro sobre fondo blanco la mira resignada. Nunca tuvo buen perder, y esa había sido su derrota más dura. 

Chica de blanco camina hacia la meta con pies de plomo, viene cargada de esperanza y rebosa felicidad. Ahora bien, no sabe que hacer con ella. Nunca había tenido tanta para ella sola. Chica de negro aprovecha y hurga con malicia descosiendo cicatriz. Ojalá compartir tanto con él. Chica de blanco se detiene, casi esta en el pico de una gran montaña. Mira atrás, la caída es puro vértigo. Lo ve a él entre ortigas ya demasiado lejos como para entender cuanto dolor tiene guardada su mirada. Demasiado tarde. Se dice. Vuele. Dice chica de negro. 

Cae la noche y chica de negro hace hoguera de penas donde quemar recuerdos y verlos danzar con las llamas. Chica de blanco sobre fondo negro se deja caer, la duda le ha saltado sin piedad al cuello y debe deliberar sobre el ascenso. La felicidad también pesa si no encaja con sus manos.

La noche pasa tortuosamente lenta, casi con la malicia de un tiempo que se vuelve sentencia. Afortunadamente siempre llega el nuevo día y, de Nuevo, sale el sol. 

Chica de blanco abre los ojos, la herida ha dejado de sangrar, y vuelve a formar cicatriz. Ahora lo ve todo más claro. No puede dejar el viaje allí, él no merece un sacrificio como el de aquel descenso. Chica de negro grita rota de dolor, no quiere olvidar ni dejar atrás. 

Chica de blanco sobre fondo negro se levanta y camina. Camina y camina y camina, horas y horas. Tantas horas pasa caminando que sus manos se vuelven zarpas, y sus rodillas lucen los rasguños feroces de la naturaleza.
Cuanto más asciende más lejos queda la silueta de aquel que un día amo. Así, laniebla  del tiempo y su distancia va borrando los recuerdos y curando el corazón con olvido. 
Chica de negro también queda tras su paso. La sigue como puede, agotada y oscura, casi sin abrir la boca, o atraparla. 
A veces, aún, recupera fuerzas y logra posicionarse cerca, pero nunca lo suficientemente cerca como para detener a la chica de blanco. 

Chica de blanco sobre fondo negro asciende una montaña peligrosa que le pormete felicidad y éxito en la cima. 
No se detiene, ya no duda, ya no cae, solo anda.

Aprehender

Y si algo he aprendido
es que de todo se aprende.
Que basta con tropezar
Y tro      zar
         pe
Y tro
        pe      
              zar
Y tro
        p
         e
           z
             a
               r
Una y otra vez,
para reunir valor y levantarse de nuevo
con un escudo de poemas en la palma de la mano;
500 sueños y una noche enredada en las pestañas.

Hay que seguir,
hacía delante,
aunque la caída a veces sea inevitable,
la subida siempre será posible. 
El poder de superar los miedos
lo tenemos en la fuerza del espíritu,
Somos fuertes,
Lo somos.
Solo tenemos que querer,
porque querer es poder
y nosotros podemos.
Podemos soñar,
podemos hacerlo real,
y sobre todo,
podemos ser felices. 
Pero primero hay que querer,
aprender de las piedras en el camino,
sembrar a nuestro arraso
para dejar un futuro mejor a los que siguen nuestros pasos.
Caminar,
siempre,
con alguna excepción,
hacia el norte. 
Luchar,
Dejarnos la piel en cada intento por rozar la luna con los labios.

Si algo he aprendido
es que los imposibles existen hasta que los rompes con ganas. 
Y a mí ganas me sobran.

martes, 8 de diciembre de 2015

Tú en cuestiones de gramática

A veces cuando escribo los pronombres llevan tus dos apellidos cosidos a las letras.
Es entonces, cuando me da miedo escribir.
Cuando se que esta cicatriz es una historia queriendo hacer herida al papel,
sabiendo que haré transparente una vida de guerras y un amor demasiado cruel;
siendo consciente de que te has convertido en aquello que los poetas llamaron musa,
y ahora no puedo escapar de ti,
te cuelas en mis letras,
pones perdida la hoja,
y me pierdes a mí.
Estoy harta de escribirte,
cansada de que en cuestiones de gramática no te quieras ir.
Eres como el descosido que siempre vuelve romperse,
y tienes la mala costumbre de hacerlo entre mis manos,
como si pisotear corazones X no fuera suficiente
para llenar tu tendencia a la autodestrucción.
Me frustras los versos,
que se vuelven oscuros,
cuando por algún casual te cruzas con alguna de mis rimas.
¿Tan difícil es dejar mi poesía aparte?
No sé que me da miedo realmente,
un sujeto omitido con tu mirada,
o una narración con nuestra historia,
sea lo que sea, procuro no caer en ti,
superar este vicio de escribirte siempre.



viernes, 4 de diciembre de 2015

Disparos

Como siempre, los disparos más vivos
llevan la muerte en los talones.
Basta con que vuelen al aire
de cualquier corazón, abdomen o cabeza,
para arrancar una sonrisa a la tristeza,
que ya se proclama vencedora de los miedos,
y bebe derrotas en copa de oro. 

A las victorias de esa mujer de luto,
se le suman mis derrotas en el bolso.
Todas ellas,
las que tienen tu nombre cosido en la piel,
aquellas sin billete de vuelta,
derrotas sin escudo y poca estrategia,
con precipicios sobre papel,
y anestesias sabor a olvido. 

Como siempre, la vida es una moneda
con la muerte en reverso.
Basta con jugársela a cara o cruz
para saber que toque lo que toque,
siempre perderemos algo,
por muy pequeño,
insignificante,
y transparente que sea. 

Nos gusta acumularla en la cartera,
como si la plata diera la felicidad
o fuera anfitrión de su frontera.
Así es como vamos perdiendo aún más
que jugando con ella. 
Cara o cruz se rebelan 
siendo cara de la misma moneda,
y ahí es cuando llega el disparo,
que como siempre hace sonreír a la tristeza,
que se ríe de nuestra derrotas,
y comienza a ondear bandera. 
Es entonces cuando estamos más vivos,
cuando sentimos el abismo a los pies,
y caemos,
lloramos,
escribimos. 
En cada catástrofe
vivimos,
y es que a los disparos
les suele florecer primavera. 



miércoles, 2 de diciembre de 2015

Evas

Las mujeres somos un arma vestida a matar, 
con un universo entre las piernas
y veneno en los labios.
Tenemos el mundo a los pies,
llevamos pantalones mejor que nadie,
la vida condensada en la sonrisa
y estrategias de guerra en los bolsillos.

Somos mujeres,
de a pie,
por la calle,
en el suelo
y en la azotea,
sobre la cama,
bajo las faldas
y pestañas de canela.

Mujeres de bares,
mujeres de oficina,
y libreta,
mujeres de noche roja
y tardes negras,
mujeres de guiño escarlata
mujeres de caminar metralleta
y caderas accidente.
Mujeres de vara,
de pluma,
de puchero,
de historias,
de balas
a pecho
y cabeza.
Mujeres dinamita,
mujeres de tequila
de rumbas,
de sábados,
mujeres de semana
y para toda la vida.

Somos un arma,
cerillas,
heridas,
pecado,
manzanas
de delirios
y éxtasis.