Un día nos fuimos, y el quedo lejos, ya hace tiempo, pero jamás lo olvidare. No he vuelto a verlo. Mi pasión por galopar se esfumo. La sensación de libertad se esfumo. El verdadero blanco dejo de existir. No conocí uno igual, y a veces cuando veo su foto y lo recuerdo y lo echo de menos. Me gustaría ir a verlo pero después de tanto tiempo, ¿hay una parte en su gran corazón que me siga perteneciendo? Antes lo éramos todo juntos, princesa y corcel, hada y unicornio... Y lo quería, lo quiero, ¡Dios! no he podido olvidarle, era mi mayor confidente, mi compañero, mi valiente soldado, mi reto, mi peluche, mi mágico unicornio.
Ahora lo pienso y me parece algo increíble, ¿11 años y galopaba sola por el campo encima de Sur, un caballo entero de solo 9 años de edad? vaya, ¿donde me olvide toda aquella valentía? Junto a él.
Sur.
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