Dicen que lo mejor de la vida llega cuando dejas de buscarlo. De forma inesperada, sin importar si estamos preparados o no para ello. Como cuando llueve y no siempre llevamos paraguas.
Te pones una armadura en el corazón y aún así llega esa persona que te rompe todos los esquemas y derriba cada barrera. Cuando te das cuenta no sabes como, ni porque, pero te has enamorado.
Te vas a otro cielo y regresas como los colibríes. Otra vez mi boca insensata vuelve a caer pidiendo otro baile más. Y siempre tengo que esperar paciente.
Llega, y tienes miedo. Un futuro incierto, un presente difícil de afrontar, y un pasado con más de un error. Nadie dijo que sería fácil. Da miedo. Mucho. Pero quien no arriesga nada gana, y el amor mueve montañas.
¿Amor? Sí... Ese color lleno de matices que uno siente muy dentro y a veces cuesta expresar. El amor es insensato, apasionado, joven, libre, salvaje, luchador... Nos hace cometer locuras, darle la espalda al mundo. Y ¿donde se hayan los limites?
¿El final justifica los medios?
Sucede que te enamoras sin explicación, y llega a ti como un huracán por el que lo darías todo. Entonces los "te quiero" se quedan insignificantes, imposible guardar en dos palabras algo así... Por eso cada uno pinta un cuadro a su manera, algunos se expresan de manera abstracta y otros dibujan la realidad. Pero es arte.
Es el arte de amar.