A contralatido,
con gasolina en las venas
y un mechero en los labios.
Va arder tu recuerdo,
voy a desconocerte,
y serás ceniza en mis manos.
Así, sin apagaincendios,
bomberos de corazones,
ni extintores quitapenas.
No podrás librarte del hambre que tienen mis ganas.
Voy a olvidarte,
Amor.
Voy a olvidarte,
aunque también me devoren las llamas.
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