El arte es algo así como romper lo establecido,
saltar al vacío,
comer los imposibles
y vomitarlos a la cara de la cordura.
Correr,
hasta que las piernas revienten de vida,
y soneir,
hasta que los dientes brillen como diamantes.
Consiste en creer en la belleza de una gota de agua
y la pureza de un desnudo bailando en plaza Dignidad.
Invitar a una copa a tu conciencia,
y dejar las cervezas a parte,
las guitarras desafinadas,
y demasiadas voces mudas
en algún antro de la ciudad.
Desgastar la carretera,
y dejarnos la piel en cada paso incierto
subiendo la montaña.
Observar el paisaje,
descubrir en cada puesta de sol un nuevo misterio
y rendirse a los enigmas de esos ojos tan bonitos que tiene la luna.
Que es guapa es para ser tan puta,
que puta es para ser tan blanca.
Arte,
es saber cortarse
y que la herida
sea tú boca.
Disparar
a cañonazos
los margenes de la sociedad
y empezar de cero.
Un folio en blanco y demasiado por crear.
Recear, las sabanas por la mañana siguiente,
la soledad.
Temblar,
llorar,
desgarrarse las historias
y hacer que el mundo llueva tinta.
Navegar,
sin salvavidas,
con el ancla en el sol
y la brújula apuntando al cielo.
Soñar,
dormir
y dejarse morir.
Sin miedo.
Siempre valiente.
Perdiendo la corriente,
ondulando la bandera libertad
y besando las olas con canciones de sirenas.
Regalar,
darse al crear
y olvidar.
Ser,
dejarse ir,
entregarse al amar,
abrirse en canal
y pagar los peajes con cervezas,
cuentos chinos
y demasiados excesos.
Arte.
Artes es saber vivir,
cuando solo te queda una vida,
y las otras seis se ahogaron en dinero,
fiebres de sábados noche,
piernas anónimas,
besos sin remite,
copas de mentiras.