se han vuelto los únicos amarres cuerdos
que me atan al mundo.
Que el dolor es la soga
que me devuelve a la realidad,
y siempre que sufro
soy un poco menos fantasía.
Pero que hay poesía condensada en cada tristeza
y que todo poeta esta roto por lagrimas hechas palabra.
Que no importa que mis dientes
no sean los márgenes de las profundidades de mi garganta.
Que haya encallado un viuda llamada promesa entre mis labios.
Que los hierros reconstruyan los daños
Que me hagan el paladar más ancho
para saborear mejor la nada.
Que sera mejor que me muerda la lengua,
que se esconda en una cueva
o sea flor de jazmín en tu boca.
que se esconda en una cueva
o sea flor de jazmín en tu boca.
Que importa si soy analógia de tantas otras,
si mi boca sigue esquemas
y aun así no entiende de métrica,
y escribe rimas que ahogar en olvidos.
si mi boca sigue esquemas
y aun así no entiende de métrica,
y escribe rimas que ahogar en olvidos.
Que importa,
si mi cabeza se sostiene gracias a los clavos de mi mandíbula.
si mi cabeza se sostiene gracias a los clavos de mi mandíbula.
Que ahora soy mitad hierro,
mitad poesía.
mitad poesía.
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