Te has ido a versar caminos lejos de casa;
te has olvidado de mi rostro de caramelo.
Has enfriado tu corazón
y yo he congelado mi alma;
nos hemos vuelto de hielo. Los dos.
Tú en las montañas y yo en casa.
Has dejado un rastro de migajas
que los gusanos no han tardado en devorar.
Solo ha quedado un recuerdo difuso
de insinuaciones y mariposas de ojalata.
Se ha petrificado el tiempo
entre copos de nieve y apuntes que releer.
Humor. Tú hablas de humor.
Yo hablo de humo.
Esta espesa niebla que llena nuestro espacio
y se come la distancia.
Apenas nos vemos.
Montañas, carreteras, polvo.
Tú allá,
yo aquí,
y hablamos morse.
Yo verso caminos, tú caminas versos.
Vives verde, vivo hierro.
Día y noche.
Vives verde, vivo hierro.
Día y noche.
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